Lentes sensibles captan
tus iones y ondas,
perceptible cosmos.
Pulsante proyección,
nieve estática,
pura bruma analógica
Roja descubridora,
fija tu imagen,
en escarcha de color.
En tu cámara-ojo,
fotograma clave y
un fundido a negro
Brilla apagada, gris.
Regresa, primera
habitante de la noche
De la plena oscuridad,
a no hallarse
sino en débil rosa
En tu frágil retina,
fulgor blanco.
Tiempo de cegueras.
Tenue haz infiltrado,
hilo apenas,
su susurro dorado