domingo, 15 de abril de 2018

El día perdido y encontrado (Un poema ilimitado)


En el día perdido y a la vez encontrado,
bajo cielos distantes, un poema ilimitado.

Batieron su cuerpo herido, olas de cristal,
granos mezclados de arena y sal y un sol letal.
Quemaduras abiertas por la despiadada luz,
esperan remedios y signos de luna o cruz.

Alba, bajo tu seno, primavera oscura,
tus opalos de nube cubrieron su figura.
Una tempestad devino carne y alma anhelada
sobre una ultramar azul internacional helada.

El viento recorrió los huesos sin refugio
barriendo las sombras y cualquier subterfugio.
En su pecho cual bolsillo, flores escondidas
murieron aventadas y así desconocidas.

Esa corriente, una vía reptada y lenta,
al tiempo fue su oráculo y despierta absenta.
Borró los relatos de oro bajo los astros,
las imágenes de otros sueños y sus rastros.

Las lágrimas así proyectadas como balas,
noche donde su melancolía perdió alas.
Ocaso de recuerdos de su futura hambre,
y el horizonte de fiero fuego, dolor y alambre.

Sin escape, salvo una mirada adelante
y un beso desesperado del agrio Levante.
Aurora, la tormenta saludó su aventura,
el eco de su llegada a nuestra playa dura.

En el día perdido y a la vez encontrado,
bajo cielos distantes, un poema ilimitado.

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