Sentado sobre una valla, hablando a través de su sombrero.
Llueven perros y gatos, inmersos en un sinsentido inmenso.
Torrentes de sangre llegan al cerebro. Una señal de aviso,
Humpty-Dumpty va a caerse, ¡Sin ejército
a tiempo acudido!
Gritan corazones, portando lanzas, abriendo puertas. Locos.
Estados alterados de la mente, la lógica se pierde poco a poco.
Traen máquinas que generan colectivas paranoias, sin pausas,
arrancando dedos de árbol, raíces de razón, sus agujas.
Lamento tu caída, cáscara de huevo, te lo dirá la gente.
Agarrado hoy a tus restos, pues el resto del mundo duele,
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