¡Ah, cuando yo, dichosa insomnia,
te vestí en mis facciones de fiesta!
Siento en el deseo de deseos,
añoranza de esa larga noche.
Disfrazado de luna nueva,
traje ceniza y pavesa
de risa.
Se ulularon brisas en viento,
tomé refugio en tu casa.
Evocación vívida que hablaba
sin fin de un ignoto mañana.
La locura en dúo, a susurros
apoyados en lenguas extrañas.
Temblor al tacto del encaje. Hollar
compartido de la santidad de sábanas.
¡Ansío de ti, bendita madrugada,
trémulo, si en otras te recuperara!
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