miércoles, 28 de noviembre de 2012

A la luz del fuego



















A la luz del fuego, en la playa nos encontraremos,
al final del día en que sin duda ambos lo necesitemos.
Bajo ese tenue fulgor probablemente lloraremos
ante las verdades que diremos. Quizás luego, olvidemos.

Llámalo teatral, acabar por volver al escenario donde todo,
comenzó. Solo así espero, que las palabras suenen
acaloradas, cual quemadura que cicatriza heridas,
y no sean una pequeña muerte de agradables recuerdos:

Al recorrer el paseo, sorprendido cada vez que tú reías,
o apagando los dos el silencio durante aquel tiempo.
Al bajar a la arena nocturna a bailar. Pies descalzos,
música puesta por las olas y su continuo tamborileo.

Y volverán a ser el mar y las estrellas únicos testigos,
como tantas otras veces, salvo que un poco más tristes,
al ver desatarse lazos, y con nuestros ojos hacer crecer
más el océano entre dos orillas, una vez tan próximas.

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