(Publicado ya anteriormente en la web laesferacultural.com)
Estilizado, rómbico y genial danzante,
giras, rotas, en torno a un rico escenario,
cautivas la atención en tu comedia del arte,
peón en el bello teatro, pero gran juglar libertario.
Fascinas tú, arlequín, en tus pasos menguantes,
más ligeros a medida que atrapas en tu espiral baile
al espectador preso de una trampa semejante,
a la de mirar sus inquietudes y reírse sin desaire.
Cómico maquillado, siempre deslumbrante,
tu rostro a veces dulce o cruel, es misterio,
pocas ocasiones es capaz de descifrarse.
Ahora se baja el telón y el drama se para,
termina tu representación, hoy fue brillante.
Dime, ¿a quién encantarás de nuevo mañana?
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