sábado, 24 de noviembre de 2012

Mañana. Domingo de Otoño (Retiro/Pacífico, 1993)
















En este nuevo amanecer se oye algo.
Leve rumor, hojas secas, sobre el asfalto.
¿o son mis pisadas con un eco extraño?

Se abre un día rojizo, helado, con viento,
surgiendo entre las ramas de todo árbol,
y mi cuerpo somnoliento lo está sintiendo.

Paseando solo por la calle, bien abrigado,
ni un alma más paseando entre baldosas sueltas,
cruzando bordillos rotos y suelos rayados.

No sabía adónde iba, mi noche no había acabado,
recorría calles que no tenían nombre.
En la madrugada del sábado están velados.

El aire me azota en la cara y me va despertando.
Creo reconocer el lugar por donde van mis pasos.
Cierro los ojos: “Éste es mi hogar”- he pensado.

Y es que ahora ando sobre zona conocida.
Lo sé por el color gris de la tienda por alquilar,
por el rojo gastado de la antigua peluquería.

Me viene a la vista el abandonado cine Sevilla,
sus sombras huérfanas que vagan sin tener pantalla,
Y la mercería de la esquina. Todo está cerrado.

He vuelto a mi barrio, Un ensueño que termino.
Es la mañana de un frío domingo de otoño en 1993.
Tengo 18 años. Voy de vuelta a casa. Camino.

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